Miguel Delibes, muy consciente de la importancia de la lucha por los Derechos Humanos y recogedor de los problemas de su tiempo, trató de combatir la más que posible condena de muerte de los encausados en el proceso de Burgos. Para ello, se alió con el Padre Llanos y juntos usaron las letras del escritor para requerir el ministro de Justicia del Régimen, Antonio María Oriol, que conmutase la pena de muerte y escuchase las protestas. El escritor cruzó cartas que hoy salvaguarda la Fundación Miguel Delibes, con el titular de justicia, sin encontrar la respuesta que buscaba.