Hay una empresa interesada en comprar la fábrica que Bimbo quiere cerrar en Valladolid y sostener los 166 empleos directos y 40 indirectos que viven de ella. Incluso la Junta de Castilla y León contempla conceder ayudas para facilitar la venta y el mantenimiento de esa fábrica, pero hay un gran problema: actualmente los dueños, Bimbo, ni siquiera aceptan sentarse a negociar.