Según un estudio de la Universidad Oberta de Cataluña, solo el 22 por ciento de las meriendas de los escolares son saludables. Además, a mayor edad, menor calidad nutricional de esas meriendas. Son datos que preocupan porque ya hay varios estudios que detectan el deterioro en la calidad de la alimentación de los niños. Un programa que se ha puesto en marcha en dieciocho colegios de Castilla y León demuestra que se puede cambiar esa tendencia