El Convenio de Berna ha rebajado la protección del lobo, de especie estrictamente protegida a simplemente protegida. Una decisión que tendrá que ratificarse en el Parlamento Europeo y que después se trasladará a cada uno de los estados miembros que serán los que decidan qué tipo de medidas se implementan. Desde las organizaciones agrarias esperan que se de margen a un control de la especie donde los ataques se repiten y su censo no está en peligro como es el caso de Castilla y León.