Si a la Gimnástica Segoviana le queda una esperanza de lograr la permanencia, todo pasa por ganar el domingo al Barakaldo. Un equipo el vasco que es la envidia de Ramsés Gil, porque muestra cómo un recién ascendido puede adaptarse a la categoría y firmar una temporada a la altura. Pese a los últimos resultados, el técnico segoviano sostiene que el problema del equipo no es en absoluto mental.