La guerra entre Rusia y Ucrania también ha afectado en el deporte. Hablamos con Gleb y Vadim, dos jugadores, uno ruso y otro ucraniano que juegan al fútbol en Palencia. "Esto se va a solucionar y en un par de días, o quizás un par de semanas estaremos todos bien". Estas son las palabras con las que les reciben en la academia donde estudian.
 
"Esto puede llegar a ser un conflicto más grande de lo que esperamos y de lo que pensamos". Gleb es ruso, tiene 16 años y se encuentra alejado de toda su familia. Sus padres le dicen que la guerra no va a dura mucho tiempo. Vamid tiene 19 años y es ucraniano: "Las personas de Rusia y Ucrania quieren ser amigos". El director Palencia Football Academy, Jesús Carlos Revilla, destaca que en el caso de Vadim, no saben si le llamarán para combatir en el conflicto. La guerra ha comenzado y ellos lo viven alejados de casa. 
 
Ambos persiguen el mismo sueño, "vi una buena oportunidad para crecer como futbolista", nos cuenta Gleb. Ahora esperan noticias y sueñan con que termine esta pesadilla para que de lo único que tengan que preocuparse es meter goles. 

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