Nuestra primera protagonista es Sara y tiene 21 años. Durante las mañanas da clases de refuerzo a alumnos de la ESO. En pocos días ya se ha llevado grandes aprendizajes. "Da igual de dónde vengas o quién seas; aquí todo el mundo hace de todo", nos cuenta esta joven madrileña. Acompañamos a Sara a su siguiente tarea. Esta vez en la cocina donde ayuda a Lourdes, miembro de la comunidad que tras 8 años acogiendo migrantes en su casa de Madrid decidió probar a vivir de una forma diferente.
Con ellas también está Jone, es otra de las voluntarias. Nos muestra dónde duermen: "Vengo de Bilbao, de una familia con recursos normales y llegas aquí y te encuentras con realidades muy distintas", reflexiona Jone porque en esta comunidad también viven en acogida personas que están pasando por situaciones difíciles.
Llegamos al huerto, allí aprenden las tareas del campo. El calor aprieta y eso pesa, nos los cuenta Mia que viene de la Universidad de Oporto y estudia psicología. Nunca antes había vivido tan de cerca el contacto con la naturaleza.
Bajo el intenso sol y el aroma a lavanda, estas voluntarias aprenden una de las lecciones de vida más importantes: el valor de convivencia.