Castilla y León Televisión
El despacho de su casa en un pueblo de Valladolid es el lugar de trabajo de Manuela Mangas Enrique. Corrige libros con la Ortografía de la RAE como timón y su experiencia como brújula. "Mi oficio no consiste en darle una colleja al autor. Mi oficio es pulir el texto para que luzca lo mejor posible para el beneficio del autor", explica. Y lo hace eliminando los errores más habituales de un texto. "Corrijo muchísimo el abuso de los adverbios acabados en mente", asegura.
Ahora, que se publica como nunca, el trabajo del los correctores abunda. "La mayor parte de los libros que reviso para autores noveles son autoediciones. He corregido 17 poemarios este año. Lo que nunca".
No solo de autores noveles vive el corrector: las empresas, las universidades con las tesis doctorales, incluso la política son buenos clientes.
Álvaro Martín, presidente de la Asociación de Correctores, UniCo asegura que incluso tienen correctores del Senado. También hay mucho particular, cada vez más, que busca hueco en el saturado mercado editorial y por arrastre ese incremento en la publicación provoca un incremento del trabajo de los correctores. 2021 ha sido un año récord en publicaciones. Y todo indica que superará las de 2011, que marcó el mejor registro de la década.