El borrador de la Ley del Juego con el que trabaja el Ministerio de Consumo es complejo de abordar, pero hoy les vamos a dar las claves necesarias. Escuchamos voces que aplauden la propuesta y otras que la ven claramente insuficiente.

El Gobierno quiere acotar el juego en línea y establecer un límite económico en cada casa de apuestas. El presidente de Jugadores Rehabilitados Valladolid, Ángel Aranzana, explica que aunque hay un máximo, es bastante alto: 1.500 euros semanales; 6.000 euros al mes.

El creador de WinnerOdds, Miguel Figueres, denuncia que limitar los depósitos no sirve de nada. "Un usuario puede seguir apostando todo lo que quiera en salones, en otra casa de apuestas o con otra identidad. No lo van a detectar". Denuncia que faltan filtros para identificar mejor a quienes apuestan.
Solo a los jugadores que sobrepasen los 300 euros diarios se los clasificará como intensivos y tendrán otras normas: no le puedes ofrecer bonos o promociones. "Y qué más da si ya se están gastando mucho dinero", denuncia Figueres. Este tipo de jugadores tampoco podrá pagar con tarjeta de crédito.

Para las asociaciones de jugadores rehabilitados, estas son medidas parche. "La persona que tiene problemas con el juego le va a ayudar un poco, pero se lo puede saltar", advierte Aranzana. En el borrador falta, dicen, más prevención.

En el sector encontramos otras casuísticas: personas que se dedican a apostar de forma semiprofesional. A Iván González lo tienen limitado y bloqueado en 30 casas. "La nueva estrategia pasa por cerrarte la cuenta", denuncia. Y la justicia ya está dando la razón a los jugadores por cláusulas abusivas. "No te lo pueden justificar, el único motivo es que estás ganado dinero", afirma Iván.

Un abogado salmantino ha interpuesto más de 500 demandas en 6 meses a salas de juegos por bloquear cuentas de usuarios.