En el verano de 2022, la Sierra de la Culebra ardió por completo. Pocos meses después, Nazaret Mateos comenzó a desarrollar un proyecto que bajo el nombre de Refosetas pretendía ayudar a la reforestación de la superficie quemada con una técnica innovadora: utilizando los micelios que habían sobrevivido al incendio de manera milagrosa. En octubre se procedió a la limpieza del bosque buscando, uno a uno, los árboles vivos. En noviembre recorrió la sierra en la búsqueda de las setas que gracias al laboratorio se convertirían un caldo que esparcido por el monte e inoculados por árboles que iban a ser replantados y ya en el otoño de 2023 la búsqueda de resultados. El programa comparte con ella y con el resto de las personas implicadas todo un año de esperanza, fracasos y éxitos.