Comienza el siglo XVII y Valladolid es un hervidero de gente de todo tipo gracias a la corte de Felipe III. Aquí se dan cita artistas, militares, poetas, hombres de ciencia... Entre ellos hay un hombre que la historia ha olvidado y que es considerado el Leonardo da Vinci español. Un hombre que se adelantó dos siglos a la máquina de vapor, al aire acondicionado y a un singular invento que probó con éxito, pero con poca atención real, en el río Pisuerga: el primer buzo autónomo de la historia.