En Uxama, desde la que se domina Osma y el Burgo, en el cauce del río Ucero. En Tiermes, la ciudad arévaca que los romanos excavaron en la arenisca, a la que algunos llaman la Petra romana. En Numancia, la emblemática ciudad celtíbera asediada por Roma. En Pintia, la ciudad vacea asentada a la orilla del Duero. Lo mismo que Rauda. Tan solo unos ejemplos de escenarios celtíberos y romanos que hemos compartido. Pero esta vez vamos a entrar en algo desconocido, olvidado, y en consecuencia poco apreciado. Vamos a levantar la alfombra, la piel de un territorio, apartando cañadas, carreteras, autovías, caminos y senderos para buscar la red viaria romana. Las viejas calzadas sobre las que se asienta una buena parte de la red viaria actual.