José Antonio, agrónomo leonés, con treinta años de experiencia, hoy está al frente de Hopsteiner, que es quien adquiere la producción de lúpulo. Porque pocos saben que el amargor, cualidad indiscutible de la cerveza, se debe al lúpulo leonés. Al mismo tiempo, conoceremos, de la mano de Rebeca Díez, los proyectos de investigación en el Centro de Biocombustibles y Bioproductos de Villarejo de Órbigo, que es el laboratorio de referencia del lúpulo, entre otros productos. El Órbigo tiene muchas caras. Tal vez una de ellas sea la de la pesca, que todavía hoy se mantiene en muchos tramos fluviales.