Con los tres artefactos explosivos de Palma de Mallorca, ETA ha perpetrado cuatro atentados en menos de dos meses. El 30 de julio la banda criminal asesinó a los guardias civiles Carlos Sáenz de Tejada y Diego Salva Lezaún en la localidad mallorquina de Calviá con una bomba lapa adosada a los bajos de un vehículo de la Benemérita.
La banda ya había atacado al Cuerpo el día anterior. El 29 de julio intentó cometer una auténtica matanza en la casa Cuartel de la Guardia Civil en Burgos con un coche bomba cargado con alrededor de 300 kilos de explosivos. El 19 de junio ETA asesinó al inspector de Policía Eduardo Puelles en Arrigorriaga también con un artefacto adosado a su coche.
La colocación de los tres explosivos en Mallorca coincide con el envío de un comunicado al diario Gara en el que la banda terrorista se atribuye la autoría de estos tres atentados y se reafirma en su intención de continuar utilizando la violencia.