La Policía Nacional y la Guardia Civil de Ávila han localizado varios huesos en el marco del dispositivo puesto en marcha en el término municipal de Navalacruz para la búsqueda de restos mortales de Juana Canal Luque, la vecina de Ciudad Lineal desaparecida en febrero de 2003 y cuyo cráneo apareció en 2019 en esta zona, han informado a Europa Press fuentes próximas del caso.
En el gran despliegue policial desplegado a 5 kilómetros de Navalacruz se incluyen agentes de la Policía Científica, de Criminalística, unidades caninas, medios terrestres y aéreos con drones.
Fuentes próximas al caso han señalado a Europa Press que se han localizado varios huesos, pero habrá que analizar si se trata de restos óseos de animales o humanos, así como determinar si el perfil genético coincide con el de la desaparecida.
En esta misma zona, se halló en 2019 el cráneo y el fémur de Juana Canal. Se sospecha que el cuerpo podría estar enterrado en la zona y los huesos podrían haber sido movidos por animales.
A finales de septiembre, agentes de la Policía Nacional y Científica practicaron una inspección en el domicilio donde residía junto a su pareja Juana Canal Luque.
La inspección estaba encaminada a localizar nuevos restos y vestigios de ADN que pudieran ayudar a esclarecer las circunstancias de su desaparición y homicidio.
El pasado junio, la Policía halló en la provincia de Ávila el cuerpo sin vida de Juana, desaparecida el 22 de febrero de 2003 sin que desde entonces se supiera nada de su paradero.
A 'Juani', como le llamaban sus seres queridos, se le perdió la pista ese día cuando al volver a su vivienda, situada en el madrileño distrito de Ciudad Lineal, su hijo encontró una nota de Jesús, la entonces pareja de su madre, señalando que habían tenido una fuerte discusión y ella había salido corriendo de casa. "He salido a buscarla, pero no la he encontrado", escribió entonces Jesús, ha detallado 'Caso Abierto'.
Tras pasar los días y no dar señales de vida, la familia interpuso una denuncia. También comenzaron a rastrear la zona y colocaron cientos de anuncios en los que figuraba las fotos y los datos de esta mujer, nacida en 1965, con una estatura de 1,70 metros, ojos azules, pelo largo y rubio. Añadían que había salido de casa sin documentación, ni bolso, ni teléfono y llevaba puesto un abrigo de piel negro.
La Policía barajó la posibilidad de que se tratara de un caso mortal de violencia de género. Entonces no pudieron resolver el caso y ahora lo retomarán tras los datos que aporte la compleja autopsia que le realizarán a los restos de su cuerpo.
También investigaron la posibilidad de una huida voluntaria por sus antecedentes de alcoholismo y depresión, pero los familiares no lo creyeron, puesto que dejaba dos hijos de una anterior relación.
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