Cada año la implementación de la tecnología en los coches es mayor y la seguridad que ofrecen debe estar controlada. Por este motivo, se realizan prueba o 'crash test' en los vehículos: "Primero se les colocan sensores en diferentes partes. Después se lanzan contra un muro para provocar un daño. El mismo en todos los coches", nos explica el responsable de investigación de Centro de Experimentación y Seguridad Vial (CESVIMAP), Rodrigo Encinar. Al finalizar este proceso, comprobarán las piezas que se han roto y las aceleraciones y deformaciones que sufren. 

Se realizan alrededor de 25 crash test al año, pero no solamente en coches, también en los nuevos modos de transporte como patinetes, vehículos eléctricos o conectados.

Después de 30 años de experiencia, CESVIMAP se ha convertido en un centro de referencia en innovación ofreciendo trabajado a cerca de 300 empleados, en su mayoría abulenses.