Se juegan mucho los partidos políticos el próximo 28 de mayo. De su resultado depende que reciban más o menos dinero del Estado. La campaña electoral la pagamos entre todos. Se calcula que alrededor del 70% de la financiación de estas formaciones procede de las arcas públicas.
Al final, una papeleta es más que un voto: es la llave para que los partidos puedan recibir subvenciones públicas.
En las generales, el valor de un voto oscila entre cuatro y diez euros. En las municipales, el cálculo es más diverso y depende de los resultados en cada ayuntamiento.
El ministerio de Hacienda ya ha fijado las cantidades para estas elecciones: 270,90 euros por concejal, más 54 céntimos por voto, siempre que consigan representación. Con este cálculo, y simulando un partido obtiene la mayoría absoluta en un ayuntamiento mediano compuesto por 20 concejales, recibirá del Estado alrededor de 6.000 euros.
"Todos los gastos que tengan se les ingresará posteriormente. Sin embargo, los que hayan tenido representación en las últimas elecciones, podrán pedir un adelanto del 30%", explica Andrés Dueñas, profesor de Derecho Constitucional de la Universidad de Valladolid.
"Si perciben ese dinero y luego no obtienen representación, lo tendrán que resolver", añade. El objetivo es que haya igualdad de fuerzas entre los partidos más grandes y más pequeños. Estos últimos, en caso de recibir menor monto, les pueden sacar más rendimiento, como se ha visto en caso como el de Soria Ya.
Aparte, el Estado subvenciona los gastos de envío de propaganda, sobres y papeletas. Pagarán 23 céntimos por elector, dos céntimos más que las elecciones anteriores.
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