Detrás de la frescura que exigen productos como el pescado, la carne o las verdurar está un trabajo de gestión que arranca, en el caso del pescado, en la propia lonja.
De allí se lleva a las plataformas logísticas que son las que distribuyen el salmón, las cigalas o el rodaballo entre cada uno de los 430 supermercados de la cadena castellano y leonesa.
Se hace lo mismo con el lechazo, la ternera o los vegetales. Organización minuciosa para que en cada plaza lo que impere sea la calidad y la frescura.