El consejo de Ministros ha aprobado este viernes el envío de 300 militares españoles a Irak para adiestrar al ejército iraquí en la guerra contra el Estado Islámico. Es la contribución de nuestro país a la coalición internacional liderada por Estados Unidos, que podría aumentar en los próximos meses con ayuda logística.
Un contingente de 300 militares regresará al país del que nuestro ejército salió abruptamente hace una década. Viajarán a Bagdag para instruir a las tropas de Irak y a milicianos kurdos en la primera aportación de España a la coalición internacional contra el Estado Islámico.
La contribución de España se limitará por el momento a esas labores de adiestramiento, pero más adelante podría completarse con misiones de apoyo logístico aéreo o marítimo. Además, el Gobierno ha autorizado el uso de las bases de Rota y Morón a los 40 países de la coalición internacional.
El ejecutivo ha establecido una línea roja a su aportación: las tropas españolas no participarán en misiones de combate ni tampoco en los bombardeos que ya realizan desde hace un mes las fuerzas aéreas de Estados Unidos, Francia, Reino Unido y seis países árabes.
El contingente de Irak se suma a los más de 1.700 militares españoles desplegados en el exterior en doce misiones de la Unión Europea, la OTAN y la ONU, como las de Afganistán, Líbano o la lucha contra la piratería en el Índico.