En las calles ya se empiezan a ver los primeros carteles y vallas de los futuros candidatos. En plena era digital, estos medios siguen siendo una apuesta segura y efectiva para tener visibilidad. Por eso los partidos lidian por el mejor espacio en carreteras y cruces muy transitados para que el mensaje vaya calando. En las principales capitales de la comunidad hay más de 400 soportes publicitarios.

Un espacio que no distingue entre partidos grandes o pequeños. Desde el Grupo Alium, destacan que se cobra igual "sea el Partido Popular o un partido pequeño". Su director de marketing, Luis Miguel de Lara, destaca que la clave es ser prevenido para poder reservar "antes que sus rivales" los mejores espacios y con los que obtendrán mayor impacto. Además defiende que es una visibilidad barata y efectiva. Una valla común (de 8x3 metros), para los 14 días de campaña, tiene un coste de entre 180 y 300 euros.

Además de los soportes ya instalados en las ciudades, la ley tendrá que publicar la cesión de espacios públicos para que los partidos coloquen sus carteles y banderolas cuando empiece la campaña. Alicia Gil, consultora de comunicación política, detalla que este reparto se comunica desde los ayuntamientos a la junta electoral los días posteriores a la convocatoria del proceso electoral. "El reparto se realiza en base a los concejales obtenidos en el último proceso", comenta.

Gil recuerda que la publicidad exterior es una de las que más impacto tiene por la estrategia de repetición. Según el Estudio General de Medios, es el tercer medio con mayor impacto en el consumidor, en este caso votante.

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