Las tuberías y galerías abiertas por las tuneladoras de las obras de la Variante de Pajares han secado literalmente una veintena de acuíferos en la Montaña Central Leonesa. Más de una decena de pequeños pueblos han visto cómo los manantiales, arroyos y fuentes que se abastecían de estas bolsas de agua perdían a razón de 360 litros por segundo para desaguar por la desembocadura asturiana de Sotiello. El daño es incalculable.
El alcalde Pedáneo de Poladura de la Tercia, Jesús Álvarez, explica cómo pueblos que tenían un agua excelente y los mejores pastos de montaña se han quedado sin nada.
El subsuelo se ha convertido en un queso de grullere, un desastre medioambiental que ha levantado en armas a estas poblaciones que están dispuestas a abrir la vía judicial y llegar a instancias europeas en busca de medidas compensatorias y correctoras.
El alcalde Pedáneo de Ciñera de Gordón, Juan López del Moral reclama una compensación por las pérdidas que están sufriendo. "Si se han hecho mal las declaraciones de impacto ambiental o la gestión de la constructora del túnel, lo que queremos es que se nos compense adecuadamente por esas perdidas que estamos sufriendo".
El asesor de los afectados por la pérdida de acuíferos, Carlos González Antón, explica que está afectando al abastecimiento de la población, a la ganadería y a los montes de utilidad pública, "y todo son recursos económicos", puntualiza.
La queja se basa en el incumplimiento del derecho comunitario de la Dierectiva Habitat al ser una zona de la Red Natura.