La misa tradicional y sus cánticos no enganchan a los jóvenes, pero el rap sí. Conocemos a Grilex, un rapero cristiano que se aleja de los coros y las guitarras. Para él lo tradicional "tiene un pase, pero estamos en el siglo XXI. Yo no escucho ese tipo de música de guitarra", dice el joven.

Un camino similar sigue Impact Crew, que trata de acercar el mensaje religioso a los jóvenes a través de bailes urbanos. "Nosotros contamos el Evangelio desde la creación hasta el sacrificio de Jesús", dice Mbassa, miembro del grupo.

El cantante y el grupo han participado en una Jornada de Familia de la Diócesis de Valladolid, con talleres para jóvenes muy centrados en la vida real que les interesa, donde el baile y la música son piezas fundamentales. "Para nosotros el cristianismo tiene una serie de valores: el amor, el compromiso, el perdón, y nosotros a través de esto lo intentamos comunicar", dice Grilex.

Como se suele decir, renovarse o morir, y parece que la Iglesia ha decidido cambiar el paso para acercarse a la gente joven.