Los datos de fallecidos crecen cada día en Castilla y León. La mayoría de las personas que mueren por el Covid lo hacen en los hospitales pero también, en residencias de mayores y en sus propios domicilios. En este último caso, muchos de ellos pierden la vida solos, sin acompañantes. Y la cifra conmueve: 1.000 personas han muerto sin testigos.
Los bomberos de Valladolid son, en muchos casos, los encargados de acceder a los domicilios en los que se sospecha que hay un fallecido. Solo en octubre, encontraron a seis personas que habían muerto en sus casas, en soledad. No hay autopsia ni prueba que clarifique el motivo de la muerte si es por causas naturales. Estas intervenciones son frecuentes. Se realizan más de 200 al año, aunque el Covid ha cambiado el protocolo por completo, y van mucho más protegidos para evitar el contagio.