Saif al Islam, el hijo con mayor trascendencia política del líder libio, Muamar Gadafi, ha negado que este lunes fuera detenido por los rebeldes en Trípoli, a pesar de que esta información había sido confirmada por el fiscal jefe del Tribunal Penal Internacional (TPI), Luis Moreno-Ocampo.
"Estoy aquí para dispersar los rumores", ha dicho Saif al Islam, en el breve discurso que ha ofrecido a la prensa internacional tras aparecer por sorpresa esta madrugada en el hotel Rixos de la capital libia.
Así, ha despejado las dudas sobre su situación aclarando que no ha sido capturado. Estas declaraciones contradicen lo anunciado ayer por Moreno-Ocampo, quien incluso había adelantado que el TPI estaba negociando con los rebeldes la entrega de Saif al Islam, acusado junto a Gadafi y el jefe de Inteligencia, Abdulá al Senussi, de crímenes contra la Humanidad.
Además, ha asegurado que su padre se encuentra bien y que las fuerzas gubernamentales continúan controlando la mayoría de la capital libia, a pesar de que los rebeldes informaron ayer de que dominaban toda Trípoli, a excepción de Bab al Aziziya, la residencia de Gadafi.
"Esta es una guerra de tecnología y electrónica para provocar caos y terror en Libia", ha dicho en alusión al mensaje que supuestamente recibieron ayer en sus móviles los partidarios de los rebeldes, anunciando la victoria sobre Trípoli y la caída del régimen.
En su comparecencia, Saif al Islam se ha mostrado sonriente y ha estrechado las manos de todos los que formaban la 'V' de la victoria con sus dedos índice y anular. Una multitud le ha jaleado a su salida y entrada del hotel.
Al parecer, el hijo de Gadafi habría permanecido todo este tiempo en Trípoli, al igual que el resto de sus hermanos y su padre, de acuerdo con lo señalado anteriormente por el portavoz del Gobierno libio, Musa Ibrahim.