Ha pasado un año desde que firmara la convocatoria y casi once meses desde la votación de cla consulta. Ahora la Justicia comienza a pasar factura a sus protagonistas. El Tribunal Superior de Cataluña ha imputado a Artur Mas por el sucedáneo de consulta independentista del 9 de noviembre, una situación procesal que también ha dictado para la entonces vicepresidenta de la Generalitat Joanna Ortega y para la consejera de Educación Irene Rigau.
El Tribunal ha tomado esta decisión a instancias de la Fiscalía porque los tres planificaron y financiaron esa consulta a sabiendas de que estaba suspendida cautelarmente por el Tribunal Constitucional y alude a las palabras de Mas el 9 de noviembre del año pasado.
'Que me miren a mí'
Si la Fiscalía quiere conocer quién es el responsable de abrir los colegios que me miren a mí, el responsable soy yo y mi Gobierno', dijo entonces el presidente de la Generalitat de Cataluña y por esa responsabilidad tendrá que declarar el jueves 15 de octubre, dos días después de que lo hagan Ortega y Rigau. Si prospera este proceso y son condenados, los tres podrían ser inhabilitados para ocupar cargos públicos.
La providencia del TSJ de Cataluña llega en plena resaca electoral y con Junts Pel Sí necesitado de apoyos para poder formar Gobierno. Oriol Junqueras asegura que esta imputación demuestra que necesitan la independencia. Mientras, desde la CUP se solidarizan con Mas y llaman a inquisitorial al Estado, pero esto no implica que vayan a respaldarle en la sesión de investidura.