Una turba de miles de personas en la localidad de Tafas, cerca de la ciudad de Deraa (sur), ha quemado este sábado la sede local del partido gobernante Baaz y una comisaría de Policía durante el funeral de un manifestante muerto ayer, según han relatado los residentes.
La multitud, que pidió libertad, estaba participando en el funeral por Kamal Baradan, un manifestante muerto en viernes en Deraa, ciudad que se ha convertido en el epicentro de las protestas contra el régimen de Bashar al Assad.
En Deraa, según un testigo, cientos de personas se han dado cita nuevamente en la principal plaza de la ciudad pidiendo libertad. Según el testigo, tres jóvenes escalaron a los restos de la estatua del ex presidente Hafez al Assad, padre del actual mandatario, que había sido quemada ayer, con pancartas en las que se podía leer "el pueblo quiere la caída del régimen", emulando el lema de las protestas en Egipto que culminaron con la renuncia del presidente Hosni Mubarak el mes pasado.