UN equipo de la universidad de Valladolid está realizando un proyecto de investigación que busca el mejor tratamiento para los afectados por el covid-19. No tenían dibero para hacerlo pero utilizaron el remanente que les quedaba de otros trabajos y ahora ya el CSIC les ha financiado con 60.000 euros. Analizan 1.500 muestras de sangre de pacientes infectados. Buscan biomarcadores para poder llevar a cabo una medicina individualizada.
Detrás de esa investigación están Elisa y Aida. En sus manos, muestras infectadas con covid 19. El equipo lo completa Paloma, una voluntaria. También es investigadora pero sin trabajo.
Las tres se dedican plenamente a este proyecto para el que han trabajado sin descanso y sin horarios durante los siete de los semana. Pero a pesar de su máxima entrega hacia la ciencia, tienen un salario de mil euros.
Las conclusiones de su trabajo pueden ser vitales para miles o quien sabe si millones de enfermos. Su investigación seguirá avanzando proporcionalmente a su vocación que no está valorada ni compensada con la escasa remuneración.