Falta menos de un mes para que el balón vuelva a rodar. El fútbol base de Castilla y León regresará este 11 de abril después de un año de parón debido a la pandemia. Será en una competición exprés, sin efectos clasificatorios y dando prioridad a la proximidad geográfica.
En los campos, los equipos de la Comunidad han recuperado sus entrenamientos. Tras el control de temperatura y la higiene de manos, y con la mascarilla puesta en todo momento, los más pequeños vuelven a disfrutar. "Para ellos, después de tanto tiempo, es una alegría", apunta Yolanda Chamorro, directora deportiva del Olímpico de León.
El modelo propuesto por la Federación de Castilla y León de Fútbol ha generado distintas opiniones dentro de los clubes, que hubieran preferido un mayor componente competitivo. "A lo mejor se podía haber planteado a modo de copa", opina Borja Macías, presidente del CD Arces de Valladolid.
La opción de poder inscribir a los equipos en su categoría o en una superior tampoco convence a todos. "En edades tan pequeñas se nota muchísimo la diferencia de una a otra", afirma Pedro Mario Sanz, presidente del Sporting Carbajosa (Salamanca). Con todo, los clubes coinciden en alabar el esfuerzo de la Federación. "No se está portando mal", asegura José María Miguel, coordinador de fútbol 11 del Juventud Rondilla (Valladolid).
Su mayor malestar viene motivado por el aspecto económico; especialmente, en lo que depende del seguro a los futbolistas o mutualidad. "No era lógico que el año pasado no hubiera devolución de seguros", sostiene Francisco Javier Díaz, coordinador del CD Hergar de Salamanca.
A este respecto, el presidente de la Federación, Marcelino Maté, explica que el club que ha asegurado a sus jugadores en septiembre ha tenido cobertura desde ese momento. "En algunos casos han podido estar entrenando, han sufrido lesiones y la compañía de seguros les ha atendido".