Alberto Tapia / rtvcyl.es
El final del régimen de Gadafi está cada vez más cerca. Seis meses ha durado esta guerra que podría acabar con 42 años de dictadura. En todo este tiempo Gadafi ha pasado de ser un militar respetado, a un dictador lleno de excentricidades.
La era Gadafi forma parte del pasado, lo ha dicho el líder del Consejo Nacional de Transición, aunque ha reconocido no tener todavía un control total sobre Trípoli. Desde Bengasi, ha pedido que el mandatario sea capturado cuanto antes.
“Esperamos que Gadafi sea detenido con vida, así podrá ser sometido a un juicio justo, en el cual todo el mundo sea testigo de lo que ha hecho y pueda presenciarlo: es el mayor dictador y el mayor tirano del planeta”, ha afirmado en rueda de prensa el presidente del Consejo Nacional de Transición (CNT), Mustafa Abdel Jalil.
Los rebeldes dicen tener prácticamente controlada la ciudad, y desde las puertas de la residencia de Gadafi amenazan de muerte al dictador.
“¡Hoy Trípoli es libre! ¡Muerte a Gadafi! ¡Gadafi muere! ¡Gadafi es hombre muerto! ¡Es un gran momento!”, aclama uno de los rebeldes.
Desde Londres, el primer ministro británico, David Cameron ha pedido a los rebeldes que mantengan el orden y no tomen represalias. El Reino Unido quiere evitar que se repita el caso de baño de sangre que hubo en Irak tras la caída de Sadam Husein en 2003. “Me gustaría ver al coronel Gadafi ante la justicia por sus crímenes. Ha cometido crímenes atroces contra su propio pueblo”, ha señalado Cameron.
Pese a las amenazas de una de sus presentadoras pistola en mano, la televisión estatal libia ha dejado ya de emitir. Mientras tanto, sobre el cielo libio, continúan expectantes los aviones de la OTAN y, en el mar, el cerco se estrecha por el norte con los barcos de la Alianza.