El mercado laboral se reactiva, pero hay empleos que mes tras mes siguen quedando vacantes o para los que cuesta mucho encontrar candidatos. Y son trabajos en sectores que hace no tanto contrataban sin problema a gente joven.
Alberto es el propietario de la Granja AGM de Olmedo, en Valladolid. Está desesperado: no encuentra personas en España para trabajar en su explotación. Acaba de contratar a tres personas de Perú, por sus manos pasan decenas de documentos para extranjería e información para la Agencia Tributaria. En su empresa trabajan siete personas, pero necesita urgentemente duplicar su plantilla para poder dar el siguiente paso: pasar de 2.500 a 4.000 cabezas. Están listos para hacerlo pero sin trabajadores ese crecimiento está congelado. Está en contacto con el Servicio Público de Empleo, con organizaciones como Cáritas y ha puesto anuncios en Internet. "Recibimos muchas llamadas, pero o son de personas indocumentadas, que en muchas ocasiones se marchan en cuanto regularizan su situación, o te piden cosas inasumibles, como trabajar en B, que no les hagas contrato para seguir cobrando alguna prestación", lamenta.
Las condiciones: Salario mínimo incentivos, en 14 pagas y con un mes de vacaciones. Y el trabajo dista mucho del pastor que nos evoca pensar en el campo. Cada vez es más una industria que una granja. Pero el campo ha dejado de ser atractivo, al igual que el transporte por carretera. Se necesitan más de 10.000 camioneros en España y las empresas lo tienen cada vez más complicado. No se incorporan suficientes jóvenes para cubrir las inminentes jubilaciones. "Y en el corto recorrido todavía lo estamos salvando, pero en el internacional está siendo más que complicado encontrar conductores", afirma Óscar Baños, vicepresidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales de Transporte por Carretera.
Una odisea también en las peluquerías para encontrar personal cualificado. Faltan especialistas en tinte. Y en la construcción hay escasez de todos los perfiles, desde albañiles hasta colocadores de pladur. El primer empleo de los más jóvenes está cambiando y se nota sobre todo en la hostelería. "No sabemos muy bien por qué, pero los jóvenes de ahora no tienen esas necesidades que igual otras generaciones teníamos para costearnos el vivir fuera de casa", asegura Fernando de la Varga, presidente de la Confederación Hostelería y Turismo de Castilla y León.
Según los últimos estudios, más del 40% de los menores de 25 años está en el paro y el 80% no puede independizarse.