Este viernes 21 de junio comenzaban a llegar los primeros migrantes que se van a alojar en el antiguo hotel, Chalet del Pozo en Villaquilambre, León. Un día antes de lo previsto. Su acogida ha estado rodeada de polémica desde el inicio. La Junta asegura que no ha recibido la información suficiente por parte del Gobierno Central, aunque el ejecutivo lo desmiente y los vecinos han mostrado estos días su desconfianza por la presencia de los refugiados.
El 13 de junio se hizo oficial. El Chalet del Pozo acogería hasta 180 refugiados procedentes de Canarias. Todos ellos documentados, mayores de edad y solicitantes de protección internacional. La noticia causó revuelo. Algunos vecinos decidieron manifestarse diariamente para mostrar su desacuerdo. "Sabemos que están muy presionados por las mafias, las deudas que han contraído, la gente que está pasando hambre en su país. Si no consiguen aquí dinero, porque no podemos darles dinero para que manden, van a conseguirlo de otra manera”, declaraba Eduardo Fernández, portavoz de los vecinos de Villaquilambre.
Las asociaciones que hasta ahora los han acogido llamaban a la calma: "Todo el mundo querría vivir en su país, si están aquí es porque no pueden, pero una vez que están aquí pueden empezar de cero y trabajar en lo más básico, porque lo primero que quieren es estar tranquilos”, recalcaba Encarna García, responsable de ACCEM en León.
En paralelo, desde la Junta han denunciado la falta de transparencia por parte del Gobierno Central, que lo niega: "La Delegación de Gobierno de Castilla y León o no se entera de algo de lo que hace el Gobierno de España o sobra en esta tierra", señalaba Alfonso Fernández Mañueco, presidente de la Junta de Castilla y León. Y Nicanor Sen, delegado del Gobierno en Castilla y León, respondía: "La Administración Autonómica conoce en tiempo real toda la información de la que disponemos".
Días más tarde, sin paralizar las movilizaciones, los vecinos apuntaban a grupos radicales. "¿Dónde están estos radicales que nos están volviendo loca la cabeza en los grupos?”, se preguntaba Eduardo Fernández. Mientras que Jorge Pérez, el alcalde de Villaquilambre, aclaraba: "Ni mucho menos hay el racismo y la xenofobia que se ha podido trasmitir estos días atrás".
Aunque la tensión siguió creciendo en el pleno del Ayuntamiento, convocado por la oposición. "¿Sabemos exactamente quiénes son esas personas que van a venir, sabemos sus antecedentes?”, preguntaba Manuel García, portavoz del PP en el Ayuntamiento de Villaquilambre. El encuentro acabó con algunos desalojos.
Este caso recuerda al vivido en Medina del Campo el pasado otoño. La llegada de migrantes al Balneario de las Salinas también fue polémica.
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