Las altas temperaturas de las semanas pasadas perjudican, de forma directa, a nuestro patrimonio, que está expuesto a las inclemencias del tiempo. En la Universidad de León (ULE) llevan años trabajando para evitar su degradación. Lo hacen con nanotecnología y su patente ya se utiliza por todo el país.
Entramos en un laboratorio de representación climática. Con un simulador en el patio y una cámara de temperaturas, analizan los efectos de las inclemencias en nuestro patrimonio. María González es investigadora de la Universidad de León y, a su vez, fundadora de Nanoshield, que usa esta técnica aplicada al servicio del patrimonio pétreo. Para reducir ese impacto, María, se puso en contacto con un compañero del CSIC, José Miguel González Domínguez, Científico Titular del CSIC en el Instituto de Carboquímica (ICB-CSIC) de Zaragoza y especializado en esta ciencia, y le propuso crear un proyecto que recubriese la Catedral de León para protegerla. Probaron derivados del grafeno y obtuvieron resultados positivos.
A partir de ahí esa idea fue creciendo, uniendo fuerzas entre un equipo multidisciplinar formado por investigadores de la Universidad de León, del Instituto de Carboquímica de CSIC en Zaragoza y de la Universidad de Valladolid, creando finalmente en 2020 lo sería finalmente NANOSHIELD.
Ahora su idea está patentada, ya se utiliza en trabajos por todo el país. Al proyecto se han sumado 15 investigadores, de los que la mitad formarán parte de la empresa que han creado. Aprovecharán las instalaciones para probar nuevos recubrimientos en más tipos de roca. Su empresa ha sido seleccionada por la aceleradora de empresas de la Junta, Wolaria.
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