En el barrio de Buenos Aires hay 350 viviendas creadas en los 70 como una zona residencial llena de amplios espacios verdes que hoy casi nadie usa. Desde finales de los 80, en el barrio se asentaron un grupo de narcotraficantes y el problema desde entonces ham ido a más, hasta hacerse amos y señores del barrio.

El día a día de los vecinos de Buenos Aires no es como el de cualquier salmantino. Si piden comida a domicilio, la tienen que recoger en la gasolinera, la mayoría de los taxis no entran y las grandes superficies no reparten en el barrio.

La realidad cotidiana ya era difícil y ahora se ha agravado con los últimos tiroteos, que han sacado a la calle a los vecinos para decir basta ya.

La respuesta de la Subdelegación ha sido incrementar la presencia policial en el barrio y controlar entradas y salidas. Un barrio casi en estado de sitio pero los vecinos afirman que las patrullas no resolverán nada porque este problema tiene raíces muy profundas vinculadas al narcotráfico.