Edmundo ha visto cómo su país ha pasado de ser un ejemplo de paz al foco de la violencia latinoamericana. En 2023, Ecuador registró más de 7.000 muertes violentas, casi el doble que el año anterior. Se ha convertido en el país más violento de todo el continente y eso mantiene en vilo a los casi 2.500 ecuatorianos que residen en nuestra comunidad.

Como muchos, teme por su familia, sobre todo, por su nieta de 4 años con la que espera reencontrarse fuera del país. Y pide a los gobiernos amigos colaboración para facilitar la llegada de familiares y amigos antes de que caigan, dice, en las manos de las bandas del narcotráfico.

El país, dicen expertos, ha llegado a esta situación tras el desgaste de las FARC, el debilitamiento del Estado y la llegada de carteles mexicanos. Contra la espiral de violencia, el Estado propone mano dura con nuevas prisiones de máxima seguridad. Para Francisco Sánchez, director del Instituto Iberoamericano de la Universidad de Salamanca, es una solución a corto plazo para reducir la violencia en la calle, pero el problema "continúa".

"Ecuador se está jugando ser un Estado fallido", dice Rogelio Núñez, investigador del Real Instituto Elcano. Además, prevé que cuando se controle la situación de violencia, la crisis económica que arrastra desde hace años, provocará una salida de ciudadanos.

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