Europa Press / Tokio
La radiactividad en el agua supera los límites legales para su consumo entre menores en las prefecturas japonesas de Tokio, Fukushima, Ibaraki, Chiba, Saitama y Tochigi, según informa la televisión estatal NHK.
En 18 plantas potabilizadoras de estas prefecturas la presencia de yodo radiactivo excede los 100 becquerelios, por debajo de los cuales su consumo es apto para menores. Sin embargo, no supera los 300 becquerelios, el límite establecido para su ingesta en adultos.
Esta sustancia no está presente de forma natural en el agua, por lo que los expertos nucleares sospechan que el viento la ha transportado a estas prefecturas desde la central de Fukushima-1, donde se ha declarado una emergencia nuclear.
Kentaro Murano, profesor de la Universidad de Hosei, ha indicado que es difícil prever la propagación de este material, ya que depende de la dirección en la que sople el viento. Asimismo, ha hecho un llamamiento a la calma, al explicar que es normal que los niveles de radiación varíen con frecuencia.