Europa Press / Tokio
Los altos niveles de radiactividad detectados en el reactor número tres de la central nuclear de Fukushima-1 indican que la vasija, los conductos o las válvulas del mismo podrían estar dañadas, según ha informado la Agencia de Seguridad Nuclear de Japón.
"Nuestros datos actuales sugieren que el reactor mantiene algunas de sus funciones de contención, aunque hay muchas probabilidades de que esté dañado", ha dicho el portavoz de dicha agencia, Hidehiko Nishiyama, en declaraciones recogidas por Kiodo.
El funcionario ha indicado que las fugas de radiación podrían proceder de las barras de combustible, que podrían estar parcialmente fundidas, o de la piscina que alberga los residuos nucleares. No obstante, ha matizado que ninguna de las dos opciones ha sido verificada por los expertos.
En referencia a la radiación detectada en el entorno de la planta, Nishiyama ha informado de la apertura de una investigación para determinar su origen. Algunos apuntan a que podría deberse a las filtraciones terrestres del agua marina usada para enfriar sus instalaciones.
Por su parte, la Compañía de Electricidad de Tokio (TEPCO), encargada de la gestión de la central, ha ordenado sustituir el agua marina por agua dulce para rebajar la temperatura de los reactores, ya que la sal podría cristalizar y formar una costra que impediría la libre circulación del líquido.