Villar de Gallimazo es un municipio cada vez más aislado. Hace años que perdió su línea regular de autobús y ahora sabe que el tren dejará de parar en esta estación. En realidad, era una noticia que se esperaba, ya que los horarios habían ya anticipado la muerte de la línea. En dirección a Salamanca solo había un tren a primera hora del día y hacia Peñaranda solo había uno por la tarde que no regresaría hasta el día siguiente.
La consecuencia es que apenas había un pasajero al día de media, pero no dejaba de ser una opción para los pocos vecinos que van quedando en el municipio.
La línea roja trazada por Fomento establece la supresión de las líneas que no alcancen el 15% de ocupación, mientras ésta apenas rozaba el 5%. Una cifra que según los vecinos sería mucho más alta si los horarios fueran más razonables.