El director del Centro Nacional de la Evolución Humana, José María Bermúdez, afirmó este lunes en Burgos que el cerebro de la especie humana se formó hace 150.000 años y "prácticamente no ha cambiado" en todo este tiempo, es decir no ha aumentado de tamaño, por lo que los principales cambios cerebrales no se deben a aspectos meramente fisiológicos sino a los relacionados con la adaptación con el medio ambiente.
Así lo afirmó Bermúdez de Castro durante la presentación del libro 'Genes, Ciencia y Dieta', que recoge las aportaciones científicas de la Cátedra Tomás Pascual. En este sentido, el paleontólogo manifestó que "somos la especie de primates más social de todos los tiempos", por lo que entiende que los cambios genéticos que haya podido sufrir la especie en los últimos 50.000 años "no han sido demasiados", por lo que el cerebro de un adulto nacido en 1980 sería muy similar a la de un adulto nacido hace 50.000 años.
"El cerebro se formó hace 150.000 años y prácticamente no ha cambiado", apostilló Bermúdez, quien considera que la especie "ha evolucionado por la dieta y por una serie de variables que "no hubieran impedido que nuestros ancestros hubieran podido llegar a Marte como lo hacemos nosotros". Es pues esa relación hombre moderno-capacidad de desarrollo a la que el director del CENIEH hace referencia al afirmar que "la interacción de los humanos es la que ha producido cambios en el cerebro".
De este modo, y en virtud a esta teoría, podemos decir que "ha sido la interacción social y no el aumento de masa cerebral" lo que provocado que los humanos hayamos sido capaces de viajar al espacio, hablar diferentes lenguas o inventar un sistema de comunicación como Internet.
Estas son algunas de las conclusiones del volumen que recoge las conferencias y ponencias que durante el año 2010 formaron parte de la Cátedral Tomas Pascual en las que se relacionan temas como genética, alimentación y evolución humana.