En la tercera sesión del juicio, la Policía Local ha tenido que explicar por qué no atendieron las llamadas de auxilio que Raquel hizo antes de los hechos que ahora se juzgan. Según los informes, en el 2018, el 1-1-2 recibió una llamada desde el domicilio de la pareja.
"En principio se entendió que era por ruido. No todas las llamadas tienen que ser por violencia de género", asegura el Intendente jefe de la Policía Municipal de Ponferrada, quien además, ha contado lo que escucharon: "Una mujer llora de fondo; y él le dice que quiere estar con ella, y ella dice por favor". Asegura que la actuación de la Policía Local fue "impecable". Y también niega que mantuviera una relación personal con el exconcejal berciano.
Uno de los primeros testigos de la defensa ha sido la hija de Pedro Muñoz, que ha descrito en estos términos la relación de su padre con Raquel: "Cuando estaba con ellos, el comportamiento entre ellos era fantástico". Mientras que Begoña, la primera mujer de Muñoz, ha declarado que no ha sido consciente de haber sufrido malos tratos durante su matrimonio.
El testimonio de otros testigos, como el de la mujer del guardés de la finca, confirman que el lugar de los hechos fue manipulado. Lo limpiaron antes de que los servicios de emergencia llegaran.
Una vecina de la pareja ha situado al acusado en el domicilio que compartía con Raquel en la noche de los hechos. Asegura que le llamó la atención ver días después ropa tendida en la cuerda, cuando se suponía que ya no vivía nadie en la casa. También reconoce haber visto a una chica de pelo negro sacar muchísimas bolsas del domicilio.
Puedes estar informado de las principales noticias de Castilla y León en nuestros perfiles de Facebook y Twitter