El Gobierno vasco, que ha llamado a no dejarse "enredar" por "el fraudulento" comunicado, ha advertido de que continuará, "con decisión y firmeza", su lucha contra ETA y de que, con este anuncio, la izquierda abertzale no volverá a la política.
El anuncio de ETA saltó al mediodía de este domingo a los medios de comunicación, cuando cada vez eran más persistentes los rumores de una inminente tregua de la banda armada. Ya desde mayo, en el entorno de la izquierda abertzale se hablaba de que ETA había decidido "de forma unilateral" cesar sus atentados, y se preveía que, si se hacía pública su decisión, no sería antes del verano.
En el mundo nacionalista, no sólo circunscrito a la izquierda abertzale y a EA, también se hablaba de que, después de agosto, se potenciaría "el cambio de ciclo" y un avance hacia un escenario "democrático" y de fin de la violencia.
En los últimos días, iniciado el mes de septiembre, y tras un agosto "caliente" con acciones de quema de contenedores en las fiestas de los distintos municipios vascos, e incluso con la colocación de un artefacto en la vivienda de un vecino de Bilbao, se produjeron por parte de la izquierda abertzale y EA llamamientos a la declaración de un alto el fuego por parte de ETA.
Estas peticiones vinieron precedidas por el comunicado de la izquierda abertzale en el que afirmaba que la kale borroka estaba "fuera de su estrategia" y se reafirmaba en su apuesta por las vías exclusivamente políticas.
Al mediodía de este domingo, la BBC emitía un vídeo en el que se veía a tres activistas de ETA con la cara tapada. Uno de ellos, una mujer, que actuaba de portavoz, anunciaba que "hace algunos meses tomaron la decisión de no llevar a cabo acciones armadas ofensivas". Además, apelaba "a la voluntad" del Gobierno de Zapatero para acordar "unos mínimos" que permitan emprender "un proceso democrático".
La reacción por parte de los partidos vascos se hizo esperar, salvo la del presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti, que, momentos después de hacerse público el comunicado, advertía de que el único comunicado válido era el de la entrega de armas y afirmaba que el Estado no estaba "en tregua" y que había que seguir combatiendo a ETA.
La izquierda abertzale, que nada más conocer la declaración había anunciado que comparecería "de urgencia" ante los medios de comunicación a las cuatro de la tarde, expresó su satisfacción por "la aportación incuestionable" de ETA a la paz y a la consolidación de un "proceso democrático".
Tras asegurar que el comunicado de la banda es "unilateral, indefinido y no condicionado", defendió la necesidad de abordar "espacios de negociación para una resolución definitiva del conflicto".
En esta misma línea, una hora y media después, EA aseguraba que el comunicado de ETA era "un primer paso" para llegar a "una situación de tregua indefinida y un resultado de paz". Por ello, apelaba a "la responsabilidad" de los partidos.
Mientras, el resto de partidos, un tanto perplejos por el comunicado, del que esperaban algo más contundente que el anuncio de que ETA había decidido no atentar desde hacía meses, hecho que ya habían "constatado", se iban posicionando a lo largo de la tarde tras analizar el contenido del documento.
El PNV, que analizará el anuncio de la banda en su reunión de la Ejecutiva, en un breve comunicado adelantaba que "el comunicado no es el que" la banda "debe a la sociedad vasca ni el que ésta esperaba". No obstante, se congratulaba de que esta comunicación, afortunadamente, no fuera "de amenaza o reivindicativo de autoría de atentado".
Malestar
El Gobierno vasco y el PSE-EE no tardaron más en expresar su malestar por la declaración que, a su juicio, es "absolutamente insuficiente" y ni siquiera responde "a las exigencias de la izquierda abertzale".
La comparecencia del consejero de Interior, Rodolfo Ares -el encargado de hablar en nombre del Gobierno vasco-, fue contundente. En ella, Ares calificó de "fraudulento" el anuncio de ETA y advirtió de que los Gobierno vasco y español no "están en tregua".
De esta forma, aseguraba que ambos Ejecutivos continuarán trabajando, "con decisión y firmeza", en la lucha contra ETA y quienes "les amparan y justifican". Además, rechazaba cualquier posibilidad de diálogo, "enterrada" con el atentado de la T-4 en el pasado proceso de paz, y comunicaba a la izquierda abertzale que el documento era "insuficiente" para su vuelta a la política.
Por su parte, Aralar, Hamaikabat y EB consideraron positivo en anuncio de la banda, aunque le emplazaron a dar un paso, el del cese definitivo de la violencia. Por último, UPyD ha reclamado la disolución "incondicional" de ETA, al considerar "insuficiente" su anuncio.