Tres meses puede parecer un tiempo demasiado escueto para preparar una cita tan exigente como el Rally Dakar. Pues ese es el tiempo con el que la madrileña Sandra Gómez ha contado antes de su debut en Arabia Saudí. Una prueba que ha conseguido terminar gracias, en buena parte, a su amigo Lorenzo Santolino.

El salmantino ha sido un apoyo fundamental. "Me iba a cenar con él cada noche y así estábamos al tanto de qué hacía el otro. Tener a alguien de confianza, que es prácticamente de la familia, es un plus", explica. "Le intenté pasar mi experiencia y que aprendiera de mis errores", añade Santolino.

Su amistad se remonta al momento en que Lorenzo conoció a Alfredo, el hermano de Sandra, también piloto. Sandra ha dado el salto al rally más duro del mundo desde el hard enduro. Una disciplina muy exigente, cuyas carreras "no todo el mundo termina", en la que se hacen auténticas "locuras".

La dureza de estas pruebas le ha sido de gran utilidad en el desierto. "Nunca había corrido dos semanas seguidas, pero sí que había tenido días de diez horas o más. En el hard enduro estás molido cuando llegas a la meta", apunta. La madrileña puede presumir de ser la primera mujer en terminar la Red Bull Romaniacs. "Cuando me pongo el casco soy uno más".

Su mayor obstáculo es la falta de financiación, por lo que tiene que compaginar su carrera deportiva con su trabajo como especialista de cine y series. Ya ha participado en títulos como La Casa de Papel  o Sky Rojo. Además, forma parte de la comisión femenina de la Federación Española de Motociclismo.

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