No sólo vale tener conocimientos, poseer un título, ser el mejor ingeniero, arquitecto o técnico. Hay que tener algo más para ser un buen director de proyectos. Como, por ejemplo, saber gestionar personas, saber comunicarse bien.
Y más teniendo en cuenta que el 86 por ciento de los proyectos no llegan a buen término. Por un lado, porque no hay una implicación de los órganos directivos, por otro porque en el 30 por ciento de los casos no hubo comunicación.
La Asociacion Internacional para la Dirección de Proyectos, IPMA, es una Federación que otorga en 66 países la certificación profesional. En España, al año concede unas 300. Un número muy inferior a las que se conceden en Alemania o Gran Bretaña, donde alcanzan 6.000.
Este tipo de certificación garantiza, no sólo conocimientos del profesional, si no también cómo ha evolucionado su competencia.