Hace casi dos meses hoteles de toda España se convirtieron en alojamiento para migrantes. Fue la respuesta a la abrumadora crisis migratoria de las islas Canarias. Uno de ellos es el hotel balneario Palacio de las Salinas, en Medina del Campo, una ciudad de 30.000 habitantes, en Valladolid, donde la llegada de estas personas se vivió con cierta inquietud.

Estos establecimientos han sido durante estas semanas centros de acogida de emergencia, y todo ha trascurrido con normalidad. Hoy, la rutina ha vuelto a estas instalaciones. 

En el hotel balneario de la localidad vallisoletana se habían habilitado 250 plazas, pero han llegado a pasar 360 migrantes procedentes la mayoría de Senegal. Accem, la entidad encargada de gestionar este centro, explica que muchos de los migrantes "se han reagrupado con familiares o amigos en otros puntos de España o en otros países, pero la mayoría se encuentran en los centros habilitados por el Gobierno".

Daniel Duque, el coordinador de Accem en Castilla y León, explica que "en principio, el Ministerio, una vez que surgió esa situación de emergencia, se planteó abrir espacios. Accem tenemos dos, uno en Alcalá de Henares y otro en Cartagena. Los gestionamos las entidades para esa ayuda humanitaria para estas personas que entran por costa".

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