Palencia

Saldaña

Saldaña
SALDAÑA

Saldaña es un municipio situado en el centro oeste de la provincia de Palencia, a medio camino entre la Montaña Palentina, al Norte, y la Tierra de Campos, al Sur. Es la cabeza de la comarca de Vega-Valdavia, también denominada de Páramos y Valles, por la alternancia de altas parameras con profundos valles labrados por los ríos Carrión y Valdavia, así como otros cauces de agua secundarios. Saldaña es, pues, un escalón de transición entre las planicies terracampinas y las altitudes de la montaña, lo que confiere al municipio una especial orografía, rica en patrimonio forestal, tierras de cultivo y recursos naturales.

Modelada a lo largo de su historia por un marcado espíritu comercial, patente hoy en día en los certámenes feriales que se celebran anualmente así como en el mercadillo semanal de los martes, librado de alcabala por el Duque del Infantado en el año 1502, Saldaña ha gozado de una trascendencia histórica que se ve reflejada en la composición de su entramado urbano y de algunos de sus edificios más representativos. Domina la panorámica de la villa el cerro sobre el que se erigen las ruinas del Castillo de los Condes de Saldaña, fortaleza que señoreó y defendió a la población y del que se tiene constancia documental desde mediados del siglo X. Fue declarado Bien de Interés Cultural en el año 1949. Destaca también el conjunto arquitectónico formado por la Plaza Vieja y su entorno, declarado Bien de Interés Cultural en el año 1996. La Plaza Vieja, antigua plaza mayor de la villa, remonta sus orígenes a los siglos X-XI. Es un llamativo conjunto porticado de planta rectangular, con pavimento empedrado y viviendas a doble altura, con profusión de entramados de madera en sus fachadas. Algunas de las viviendas presentan además blasones o escudos de armas. Recientemente fue sometida a una rehabilitación de su pavimento.

La Casa solariega del Marqués de la Valdavia, La Casona, la Casa Torcida, la Fábrica de Harinas (obra proyectada por el afamado arquitecto palentino Jerónimo Arroyo), el Puente Viejo sobre el río Carrión o el Antiguo Convento de los Mínimos son varios de los ejemplos de la arquitectura tradicional y de relevancia que salpican el callejero saldañés, convirtiendo la visita turística a la villa en una sucesión continua de elementos llamativos y destacados.

No se puede dejar de lado el Santuario de Nuestra Señora del Valle, ubicado a unos dos kilómetros al norte de Saldaña, hogar de la patrona y remanso de paz muy frecuentado por saldañeses y visitantes en sus habituales paseos.