En cuanto estrenemos el año nuevo pagaremos menos en nuestra factura de la luz. Eso es, al menos, lo que se deduce del anuncio del gobierno que ha aprobado la congelación de los peajes de acceso del sistema eléctrico.
Estos peajes se incluyen en la parte regulada que constituye el 60% de la factura. Sin embargo, hay un 40% restante que depende del origen de la energía y de cómo se obtiene, y aquí los precios son variables.
Si la electricidad no se obtiene de energías limpias, como la eólica o la hidráulica, se echará mano de otras fuentes cuyos costes son superiores y eso encarecerá la factura de la luz. Por lo tanto, puede que el recibo que usted pague en enero sea menor que el de diciembre o puede que no. No es la primera vez que ocurre que el gobierno anuncia descenso y finalmente no se cumple.
Lo que sí se ha conseguido, por primera vez en trece años, es un equilibrio entre los ingresos y los costes del sistema eléctrico y eso ha permitido cerrar 2014 con un superávit. Este superávit es el que permite al gobierno reducir los peajes porque sigue existiendo una deuda pendiente con las compañías eléctricas.