Madrid y París son dos ciudades importantes a la hora de seguir la obra del pintor estadounidense Edward Hopper. Ahora el Museo Thyssen-Bornemisza y la Unión de Museos Nacionales de Francia presentan la selección más amplia y ambiciosa de su obra que se haya mostrado hasta el momento en Europa.
Se trata de una selección de 73 obras que perfilan la trayectoria y las influencias del artista de las inquietantes y bellas escenas cotidianas de la clase media estadounidense. Pinturas, dibujos, grabados y acuarelas se exponen con mucho mimo, entre las que no falta su célebre autorretrato con sombrero, o sus famosos faros y caserones de la costa estadounidense.
Con esta exposición, se cumple el sueño de tener en Madrid las obras de este artista, considerado como uno de los principales representantes del realismo, pero que fue ignorado por el público y por la crítica durante muchos años.
Retrata las ecenas cotidianas de su país, pero sin idealizarlas, mostrando la modernidad de sus hoteles, sus estaciones, sus bares y sus habitantes. Sus cuadros tienen una inquietante capacidad de evocación, parece que algo va a ocurrir, pero no pasa nada.