Juanma García / rtvcyl.es
La cria de bueyes en el monte se ha convertido actualmente en una alternativa. En el Alto de Cerredo, límite con Asturias, el ex-alcalde de Villablino Guillermo Murias cría ahora 35 bueyes de raza avileña y charolés. Después de 25 años en la mina, confía en las posibilidades de reconversión que le ofrecen sus pastos.
Siempre es lo que pensaba después de poder abandonar los pozos de carbón y ahora lo ve como una inversión más que como negocio.
Compra los animales con 6 ó 7 meses, se castran y tiene que mantenerlos hasta los 4 años. Ahora ya los hay que tienen 3 años y llegan a los 700 kilos pero deben llegar a los 1.100 o 1200.
Ya ha contactado con buenos restaurantes madrileños y asturianos, donde la clientela, asegura, es selecta. Se enoja "cuando se intenta engañar dando carne de vaca por carne de buey, y no debería ser así".
Es cierto que esta coticiada presa escasea en España y no son muchos los que se dedican a su cría. Sin duda, iniciativas como esta en zonas de montaña, demuestran el atrevimiento de personas trabajadoras de ayer y de hoy.
Y esta primavera, asegura Guillermo, llevará otros 20 hasta su "braña", para que puedan ir creciendo paulatinamente.