Seguro que les suenan marcas como Rastreator u Opencor. Faunia por ejemplo fue el nuevo nombre que le dieron al que se llamaba parque biológico de Madrid. Su creador es Fernando Beltrán quien se autodenomina un poeta nombrador.
Desde que puso en marcha su estudio ya ha creado 700 nombres de productos, empresas o proyectos. Es un ejemplo de que las letras sí tienen salida laboral. También lo comprobamos en la trayectoria de Valentín. Estudió telecomunicaciones porque le gustaban las matemáticas hasta que la música llamó a su puerta.
Y por eso estas jornadas recuerdan que las letras tuvieron pasado pero que también les espera un intenso y largo futuro.