Los Mossos d'Esquadra, la Guardia Urbana de Barcelona y las brigadas de limpieza del Ayuntamiento han desmantelado la acampada de los 'indignados' en plaza Cataluña, en el centro de la ciudad, que llevaba en pie desde el 16 de mayo.
Pasadas las 2.00 horas, más de 60 furgones de los antidisturbios con 500 mossos y 150 urbanos han sitiado la plaza y han dado un ultimátum a las más de 150 personas acampadas que había en ese momento, para que abandonaran el lugar en 15 minutos.
Tras momentos de incertidumbre y rodeados por un amplio cordón policial que no sabían si les dejaría salir, la mayoría ha decidido recoger todas sus cosas e irse, aunque un grupo de irreductibles se ha quedado hasta que la Urbana les ha obligado a dispersarse, sin que se haya registrado enfrentamiento alguno aunque sí momentos de tensión.
Uno de ellos, en el momento de ser empujado hacia fuera de la plaza, ha cogido el megáfono y ha amenazado: "Volveremos".
150 identificados
Finalmente han sido identificadas 150 personas y algunas que no llevaban documentación han sido trasladadas a la comisaría de Les Corts para ser identificadas, han confirmado fuentes policiales.
Un total de 20 camiones de los servicios de limpieza del Ayuntamiento, con una capacidad total de 40 toneladas, trabajan para retirar carpas, palés, mesas, sillones y todo tipo de utensilios que se han ido acumulando a lo largo de estos días, así como una gran cantidad de escombros y basura, según han explicado fuentes de las brigadas de limpieza, que han desplegado a una sesentena de operarios.
Además de las distintas carpas que han servido todavía estos días para algunas de las comisiones, los servicios de limpieza deberán retirar los andamios que se habían montado en los árboles como habitaciones y dormitorios, para lo que han traído una grúa.
Así se da fin a una acampada que empezó tras la manifestación del 15 de mayo y que ha acogido en su punto más álgido a varios centenares de personas durmiendo, y a miles en sus caceroladas y asambleas, y que había virado cuando el movimiento decidió abandonar este lugar y un grupo optó por quedarse y mantener la infraestructura.
Este desalojo por la fuerza llega después de que desde el martes el Ayuntamiento haya tratado de alcanzar un acuerdo con el grupo de acampados para que desmontaran las tiendas y carpas a cambio de dejar un módulo cedido por el consistorio que serviría de punto de información.
Estos acercamientos, que parecieron fructificar, finalmente se rompieron, desembocando en nueva frustración para quienes creen que la imagen que se estaba dando en plaza Catalunya de las últimas semanas estaba siendo negativa para el movimiento.
De hecho, se habían producido discusiones y enfrentamientos sobre cómo acabar con la ocupación de la plaza, donde al final quedaban pocos indignados y muchos colectivos más problemáticos, que en ocasiones protagonizaban peleas o altercados.
Cuando concluya la operación, un retén de Mossos y Urbana vigilará la plaza para evitar nuevas ocupaciones.