Un militar se enfrenta a una pena de tres años de cárcel por amenazar, supuestamente, bajo el nombre de ETA a dos tenientes coroneles de Valladolid que ocupaban, al parecer, unos puestos de trabajo que él ansiaba. Uno de los amenazados abandonó incluso su cargo y el otro tuvo que recibir ayuda psicológica.
"Hola cabrón. Usurpador tú y el puto amigo. Así está España. Gora ETA". Son algunas líneas de la primera carta sin remitente enviada a uno de los dos mandos militares amenazados.
La recibía en mayo de 2008, aunque desde ocho meses antes eran habituales las llamadas a su móvil con mensajes insultantes. En ellos ya reconocía la voz del posible autor, un teniente coronel médico vallisoletano de 56 años que se esconde tras las siglas E.A.L.
El objetivo de estas amenazas era lograr que sus compañeros dejaran las plazas donde trabajan. Al parecer, el acusado envidiaba su emplazamiento. Una de ellas, en los botiquines del acuartelamiento vallisoletano de San Isidro y la otra, en esta Academia de Caballería.
Un test caligráfico ha confirmado ya la autoría de los escritos. Unos mensajes utilizando el nombre de ETA que provocaron el abandono del Ejército por parte de uno de los amenazados y una baja psicológica de varios meses en el otro.
Los hechos fueron inicialmente considerados como falta, aunque el recurso impuesto por los afectados logró prosperar. Ahora, una vez inhibida la justicia militar, se está a la espera de lo que determiné la instrucción del Juzgado número 3 de la Audiencia Provincial de Valladolid.
El acusado, que sigue trabajando, se enfrenta a una posible condena que podría llegar los 3 años y a su salida de las Fuerzas Armadas.